Un medio global especializado en Trail Running

El Laboratorio de Juan. Raidlight Responsiv 10l. ¿La mochila más avanzada tecnológicamente?

Calidad como seña de identidad, comodidad, y un ajuste personalizable literalmente al milímetro. Excelente opción para entrenos largos con total autonomía, y carreras de ultradistancia de 100 kms. a 100 millas. Juan González la ha analizado a fondo.

0

Raidlight es una empresa con sede y patio de pruebas en el macizo de Chartreuse, Grenoble (Francia), comandada por su presidente y fundor Benoit Laval. Benoit es un tipo digamos…..especial. No lo busquéis en una oficina con traje.  Este intrépido ingeniero textil tiene un envidiable currículum deportivo con muchos kilómetros en carreras desérticas (Oman Desert, Sables, Gobi Race) y de ultradistancia en general (Diagonale des Fous, Speedgoat, Barkley). Así pues, bajo la experiencia que otorgan esas carreras, ha ido desarrollando y testando sus prototipos, hasta convertirlos en productos funcionales y de altísima calidad.

Uno de los «hijos mimados» de la marca, es la Responsiv 10L. Una mochila fabricada bajo la denominación LazerDry,  para ofrecer la mayor tecnología que podamos encontrar en un chaleco-mochila, es decir; corte por láser (LazerTech) para una mayor precisión en el corte y posterior ensamblaje de las diferentes piezas,  micro-perforación en zonas determinadas, y termosoldado o pegado entre las distintas capas de tejido.

Es una mochila de gran capacidad, y aunque no podamos decir que es una mochila minimalista, si es cierto que se han eliminado piezas rígidas, en la línea de la tendencia actual.

Esta mochila de 10 litros es del todo polivalente y utilizable, incluso portando poco material, con un peso total de 209 gramos en talla S-M. Se fabrica así mismo en talla XS, y L-XL.

¿CÓMO ESTÁ DISTRIBUIDA?

En la parte delantera podemos llevar 2 soft (entre 500 y 600ml.) y material en los dos bolsillos inferiores con tirardor, que tienen muy buena capacidad y fácil acceso, lo que nos permitirá llevar totalmente a mano lo que necesitemos de forma más urgente o usual, y deshacernos con rapidez de elementos que no necesitemos (gorro, guantes) sin detenernos.

Dos consistentes cinchas elásticas pectorales se ocuparán de asegurar la mochila con unos cierres planos que emiten un sonido un tanto débil, y a los que deberemos acostumbrarnos para poder encajarlos y cerrarlos, sobretodo con guantes. Estas cinchas no tienen posibilidad de ser reguladas en altura -como en la mayoría de modelos-, aunque su posición y altura me parecen ideales. Tensar o destensarlas tampoco es tarea rápida para hacerla en carrera, por tanto, mejor llevarla regulada a nuestro gusto en función de la carga que llevemos en ese entreno o carrera y dejarla así para el resto de la jornada. Estas cinchas quedan separadas de la camiseta, evitando roces y el riesgo de estropear nuestras prendas. Punto para Raidlight.

El silvato (el mismo que utiliza Camelbak) va acoplado en el cierre superior, y emite un potente y agudo sonido,  no como en otras marcas, que es únicamente testimonial para pasar el control de material obligatorio en las carreras de ultradistancia. Una cinta elástica  en cada tirante se ocupará de que la pipeta del soft flask quede sujeta y ésta no nos golpee contínuamente.  Realmente cumplen su cometido, aunque con el incómodo ejercicio de introducir dicha pipeta, con el bidón ya en su compartimento,  teniendo que forzar demasiado esa cinta, o doblar la pipeta. Por tanto, sentimientos  encontrados en este sentido.

En los laterales tenemos el ajuste por sistema BOA, una de las bazas de esta mochila, pero que no me parece necesario, como comentaré más adelante.

En la zona trasera tenemos un bolsillo elástico exterior en la parte más baja de la mochila subdividido en 3 sectores, el central bastante amplio, y los dos laterales para introducir el último tramo de los bastones, por ejemplo. Como el cometido original de esos estrechos bolsillos es el de acoger nuestros palos, quizás debería estar reforzado ya que con los cantos de los tubos -de nuestros bastones plegados- se puede ir deteriorando ése fino y elástico tejido stretch, un detalle que yo, revisaría. El compartimento principal, está también subdividido en 3 espacios. El más pegado a nuestra espalda para introducir  la bolsa de hidratación -no incluida- , el central para todo el material, y uno estrecho, ocupando la cara más externa, ideal por diseño -extrecho y alargado- para el móvil, guantes, buff, o gorro.

La parte trasera-exterior de la mochila está fabricada en nylon Rip Stop RdryW2 y nos garantiza un secado rápido. Va encolado al stretch mesh microperforado de los laterales, este tejido es el que permite que la zona de carga gane volumen y que a su vez,  ayudada por las cintas laterales ensambladas en vertical, puedan comprimir dicha carga.

La zona interior está fabricada en nylon Rip-Stop, con lo que tendremos un pequeño plus de impermeabilidad en caso de fina lluvia, y podremos separar la carga en caso de llevar algo húmedo,  en esos tres compartimentos. Impermeabilidad en términos relativos, ya que la propia condensación durante nuestra actividad hará que el material que llevemos  acabe húmedo, como ocurre en cualquier mochila de este tipo.

La mochila está preparada para llevar bastones, bien en la paste trasera-lateral, aguantados por esas bandas anchas elásticas que os comentaba que sirven así mismo para comprimir. También poderlos llevarlos en la parte delantera, por encima de los bidones. Estas mismas bandas además de para llevar los bastones, se encargarán de comprimir y contener a su vez los bidones, para  evitar la oscilación de éstos.

En los hombros tenemos también cinchas con cierres, que me parecen poco necesarias, a no ser que los palos sean más largos de lo que viene siendo usual en bastones plegables.

La mochila trae dos EazyFlasks de 600 ml. con pipeta aislada,  con un sencillo y efectivo sistema antigoteo, aunque con una generosa rosca para la apertura del bidón muy lisa, que se nos resbala y complica la operación de abrirla en caso de tener las manos o el propio soft mojado. Estos EazyFlasks me parecen excesivos para la capacidad de los bolsillos, ya que cuesta muchísimo introducirlos, más aún, cuando no tenemos un tirador para sujetar el bolsillo y abrirlo, por lo que finalmente he decido usar unos Hydrapak de 500, que entran algo mejor.

La Responsiv no trae ni un solo reflectante, detalle necesario y relevante en una mochila orientada a larga distancia. Punto negativo.

Detalle curioso para frikis: junto con el velcro interior para sujetar la bolsa de hidratación, encontramos una etiqueta con el nombre de la operaria -en este caso- que ha confeccionado nuestra mochila.  Véronique será la beneficiaria de mi enhorabuena por su excelente labor en la ejecución de mi Responsiv.

¿Y EN MARCHA, QUE TAL FUNCIONA?

La estabilidad es sencillamente sobresaliente, un acertado patrón anatómico se encarga de ello, de hecho, al coger la mochila ella misma dibuja la curvatura de nuestra espalda, no sucede así en la mayoría de modelos que cogiéndolos de la parte superior, caen totalmente planos y ajustan por la propia elasticidad y adaptabilidad intrínseca del tejido, pero no por el acertado patrón. Si se me permite un símil: imaginaos que vais a comprar un traje; si escojeis bien la talla, probablemente os quede bien, por la propia caída del género y su corte más o menos «universal». Pero si el traje os lo hacen a medida, con un patrón adaptado a vuestra fisonomía, tendréis un traje que no os hará arrugas ni bolsas indeseadas, os quedará perfectamente adaptado, y os hará mas elegantes, más esbeltos. Pues eso es lo que sucede con el patrón de la Responsiv y su acertada adaptabilidad como consecuencia de su estudiado patrón.

Realmente el cierre BOA, se convierte más en un detalle estético que funcional, ya que me parece totalmente innecesario. Incluso me atrevo a decir que el ajuste natural de la mochila resulta excesivo. Ni siquiera llevándola encima de prendas que resbalan, como cortavientos o chaquetas,  se nos mueve.

Es cierto que la mochila sube mucho en la parte de la nuca, y cierra muy justo en los laterales del cuello, con lo cual, nos puede causar algún roce en esta zona, por eso utilizo esta mochila con camisetas de cuello algo más alto, así que antentos en caso de llevar camisetas de tirantes o muy escotadas.

La ubicación de los bidones me parece acertada, y podemos beber de forma bastante cómoda sin sacarlos.

Colocar los bastones en la parte delantera me parece una solución práctica y cómoda, pero hemos de ser conscientes del riesgo que conlleva en caso de caída.

La capacidad de carga es totalmente efectiva, aunque en caso de control de material en carrera, no tiene el acceso más cómodo para mostrar el material al comisario de carrera. Aún así, podemos llevar todo lo necesario para ultras en las que piden mucho material obligatorio o recomendado. Las cinchas laterales y la rigidez moderada del nylon central se encargarán de la estabilidad del conjunto.

La mochila queda en una posición bastante alta en nuestra espalda debido a su tamaño tirando a compacto, podremos llevar sin problema un cinturón para complementar o repartir la carga sin problemas.

Durante la prueba, me dí cuenta de que las camisetas tenían zonas con roces, y examinando la mochila encontré la fuente del problema; el hilo con el que se cosen las costuras zig-zag están cortados y rematados con calor, para que no se deshilachen, lo que hace que el hilo de poliéster se funda, creando una micro- terminación punzante, similar a un alfiler, que rompe los filamentos textiles de nuestras camisetas con el roce. Corté con cuidado cada cabeza de hilo de las costuras, y se acabaron los roces y el problema.

En conclusión: calidad como seña de identidad, comodidad, y un ajuste personalizable literalmente al milímetro. Excelente opción para entrenos largos con total autonomía, y carreras de ultradistancia de 100 kms. a 100 millas.

A que esperas para echarte al monte?

 

 

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.