El macizo de Djurdjura, una zona del Atlas argelino más conocido como la Kabilia, es el espectacular escenario del trail Azro N’thor. Una parte del país norteafricano conocida por su paisaje atractivo y sus pueblos situados muy cerca de picos que superan los 2000 metros de altitud. El recorrido de la prueba da la vuelta al monte Azro N’thor, de casi 2000 metros de altitud, un lugar sagrado visitado cada año por miles de peregrinos de todo el país. Es el primer trail que se organiza en Argelia por argelinos, concretamente por el equipo RUN DZ Team y la del próximo fin de semana será su 5ª edición, que cuenta con dos distancias: 37 kilómetros con D+2300m y 23 Km con D+1340m, teniendo a día de hoy más de 300 participantes inscritos.
La idea nació de una simple conversación entre Tomás (un español que estaba trabajando por ahí) y su amigo Hamid que preparando su primer trail (Las Tucas de Benasque) invitó a Tomás a descubrir su pueblo en las montañas de Djurdjura, y entrenado por ahí, le dijo Tomás “es un paisaje perfecto para hacer trail ¿por qué no organizáis una carrera aquí? ” eso era en el 2015, en el 2017 ya se hizo realidad la idea y se organizó por primera vez una carrera de montaña en Argelia, con unos 100 participantes y una distancia relativamente corta de 12 km (a modo prueba de esa aventura), el evento tuvo mucho éxito y a la gente le encantó, lo que animó a que continuará. En el 2018 organizaron una carrera de 16 km, en el 2019 dos distancias de 14 y de 28 km, en el 2019 también se registró la carrera en ITRA, lo que la convirtió una de las carreras puntuables para el UTMB.
El trail Azro N’thor tiene 3 objetivos, el primero es el deporte, fomentar la vida saludable, el segundo es la promoción turística de la zona y el tercero fundamental es el económico que aporta a la zona y a los pueblos de alrededor. Es importante saber que la organización promueve el comercio de cercanía. Por otra parte, existe una asociación de jóvenes que trabajan para facilitar el alojamiento de los participantes incluso en casas de familias, supliendo la escasez de oferta hostelera (Como en Tinduf) pero permitiendo al mismo tiempo un mayor conocimiento del modo de vida, cultura y gastronomía de una zona tan singular como en la Kabilia.