Hace justo un año Jack Scott besó la pared del Old Border junto a Damian Hall, llegando a meta juntos como los más rápidos en la Montane Spine Race del 2023. Sin embargo, un error de navegación y la consiguiente penalización por salirse del recorrido, si bien no logró ventaja por ello, le deslizó a la segunda plaza de la clasificación. Desde entonces, durante doce largos meses, la Montane Spine Race se había convertido en una obsesión para Scott, una espina clavada en lo más hondo que hoy, por fin, ha logrado quitarse venciendo en una Montane Spine Race que será recordada por las bajas temperaturas extremas y haciéndolo además consiguiendo el récord de la prueba, mejorando el registro de Jasmin Paris en 2019 en nada menos que en diez horas, besando el Old Border tras 72h55′.
Y es que Scott tomó el liderato de la prueba al comienzo del segundo día, tras el abandono de un Kim Colleson al que el propio Scott y Damian Hall seguían muy de cerca. Desde ese momento la Montane Spine Race volvía a ser, como en 2023, cosa de dos , en un duelo entre Scott y Hall que poco a poco se fue decantando en favor del primero. Un Jack Scott meticuloso y estudioso del recorrido al máximo que tenía perfectamente planeada su estrategia de carrera, en la que un factor muy importante era el sueño o, mejor dicho, el no dormir. Antes de la carrera nos decía: “Only need 2.5 hours sleep for the full race, but can have less than that if needed”. En las primeras sesenta horas sólo lo hizo durante 38 minutos.
Como no podía ser de otra forma, la meteo ha vuelto a jugar un papel fundamental. Si las lluvias de las semanas anteriores dejaron un terreno muy húmedo y los ríos crecidos, la entrada del viento polar ártico, tal y como estaba previsto, heló caminos y ríos, un factor que ha jugado a favor de los participantes en cuanto a conseguir marcar tiempos más rápidos. La nieve tampoco ha querido perderse esta edición, cubriendo de blanco el Pennine Way y llevando la noche del martes al miércoles en la más fría en Inglaterra de los últimos catorce años, con sensaciones térmicas de 15 grados bajo cero para los competidores, que incluso fueron neutralizados unas horas por la Organización ante lo complicado de la meteo.
Jack Scott besaba la pared del Old Border tras 72h55′ de carrera, un tiempo que mejora en ¡¡¡10 horas!!! las míticas 83h12′ que firmó Jasmin Paris en 2019. Un premio inolvidable para el corredor de Inov-8, que trabaja en la construcción a tiempo parcial, que también es entrenador, para quien el aspecto mental es un factor primordial para afrontar una competición y que, tras superar una ludopatía cuando tenía veinte años, encontró en el ultratrail la motivación para seguir adelante.
John Kelly dice de él: «Lo que Jack Scott ha hecho es alucinante. Un atleta sobresaliente con un desempeño sobresaliente en condiciones sobresalientes. Me dijo en los puntos de control 2 y 3 que el ritmo del líder era demasiado rápido, que estaba tratando de reducirlo. No para ti, Jack, no para ti. 🏆»
En cuanto a la prueba femenina, Claire Bannwarth sigue dominando sin oposición, marcando ritmos de otro planeta, y camina firme hacia su segunda victoria consecutiva en la Montane Spine Race. El español Esteban Díaz está firmando una excelente actuación y marcha octavo clasificado en estos momentos.
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