Trail y Vida | ¿Que correr es barato? ¡Y un cuerno!

Por Irene de Haro
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En esto, como en todo, hay niveles, y por supuesto, decisiones personales. Tú eliges tus zapas, su precio y su confort. Pero, no nos engañemos, en la gama de decisiones que solemos tomar, está el largo plazo de nuestra vida como corredores. Y claro, no nos conformamos con cualquier cosa, ya por una cuestión muy básica: la salud. Un mal calzado es una mala inversión. Y te pones a buscar: que si amortiguación, que si drop, que si upper… y luego, por qué no, comprendes sabiamente que una cosa es correr por montaña, pero que en el día a día, entrenas por asfalto, y hete ahí, que te compras unas zapas de asfalto, otras para ir por carril, otras para terreno técnico, otras para mojado, otras para kilómetro vertical… todas buenas, que queremos que el chasis aguante.

Luego está la ropilla. No nos engañemos: no nos gusta el tacto a “plasticamen” de las camisetas malunas. Preferimos que sean gustosas, transpirables, odorcontrol, con tecnología compresiva (alerta, que no nos queda bien a la mayoría, pero persistimos ahí) con su hilo de nombre impronunciable pero que es marca registrada…

Y luego está el mundo del pulsómetro, que lo veo muy necesario, pero que sus 400 ñapos no te los quita nadie…

Y las gafitas (mejor fotocromáticas, que luego entras al senderito y no se ve un carajo), y las viseras, y las cremitas (solares, antifricción). Y dejemos aparte lo relativo a alimentarse y a recuperarse…

Así, ese hobby tan naif, ese que te decían “te pones unas zapatillas y sales, así de sencillote y barato”… qué narices, no nos engañemos: es una inversión en toda regla…

Quizá no sea buen momento, pero habría que exigirle al Gobierno que lo que se nos va en estos gastos, nos los descontara en impuestos para la Seguridad Social. Al menos, esto no hay que dudarlo, nos gastamos los dineros en salud. Y en felicidad.

Correr, barato, barato… no es. Pero reconozco que yo esos dineros, los doy besados.

Ni bolsos, ni tacones, ni hidratantes. Zapas de correr. Por muchos años.