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Montane Spine Race Challenger, toda la esencia del Pennine Way

La modalidad Challenger de la Montane Spine Race condensa en sus 108 millas toda la esencia del Pennine Way. Antonio Codina comparte la experiencia de su participación, cerrada en la 13ª posición tras 38 horas de carrera.

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El pasado fin de semana tuve la oportunidad de participar en La Spine Challenger, una de las pruebas hermanas de la Spine Race. La prueba cubre las 108 primeras millas del Pennine Way, desde Edale en el Peak district a Hawes en Yorkshire Dales, dos de los parques nacionales más famosos de Inglaterra.

No era mi primera vez ahí, ya complete la Spine Challenger en 2019. Aquel año llegué con muy poca experiencia y demasiado confiado, salí demasiado rápido y para cuando me di cuenta me quedaba dormido de pie, sin poder encontrar la ruta, totalmente agotado. Y es que esta no es una ultra cualquiera. No tuve en cuenta lo pesada que es la mochila, lo larga que son las noches y lo despacio que te mueves en esa ruta. Al acabar la carrera me dije que la Challenger era suficiente y no intentaría hacer otra Spine Race. Pero sabía que estaba mintiendo, esta carrera se te mete dentro como una fiebre, y no podía dejar de pensar en ella. Si la prueba de 108 millas me resultó tan dura, ¿podría terminar la Spine Race de 268 millas? Esto me hizo volver en 2020 y completar la Spine Race.

Tres años más tarde me encontré de vuelta en la línea de salida de Edale, esta vez cubriendo la carrera para Territorio Trail. Reconozco muchas caras entre la gente, y mucha gente me saluda. Estoy en familia, la loca comunidad que llamamos Spine family. Estoy nervioso porque sé lo que me espera y es que el pronóstico del tiempo es terrible, con lluvia en las primeras horas del día, y muy fuertes vientos y nieve por la noche. Mi objetivo es hacer una buena carrera, sin el bajón que tuve en 2019. Me gustaría mejorar mi tiempo de 40 horas pero hay tantas variables en este evento que se que es mejor no pensar mucho en el tiempo final.

Es todavía de noche cuando empezamos y llueve. No te imagines una salida espectacular tipo UTMB. Solo un pequeño arco en un prado encharcado y familiares y amigos deseándonos suerte. En muy poco tiempo estamos subiendo Jacobs ladder, la larga subida que nos depositara en el Kinder Plateau. Seguimos el borde de la meseta y tomamos dirección norte, cruzando el parque natural del Peak District. La ruta pasa por pequeñas colinas y barrancos, Bleaklow, Laddok Rocks, Black Hill. El paisaje es desolado y gris, pero me encanta. Ha llovido tanto en los últimos días que los ríos son muy profundos. Intentando cruzar uno de ellos pierdo el equilibrio y la corriente me lleva por unos segundos. Solo fue un pequeño susto pero acabé empapado de agua, pero conseguí moverme rápido y entrar en calor.

El tiempo mejora por la tarde, estoy en un grupo con Alice Kershaw y Max Driscoll y hacemos buen progreso juntos, pero Max no se encuentra bien y acaba retirandose en uno de los puestos de seguridad. Hice equipo con Alice durante la noche,luchando contra el viento para correr en línea recta. llegamos a la base de vida demasiado pronto para dormir así que comemos, rellenamos nuestras mochilas con agua y comida y salimos otra vez a la noche.

Fotografía: Tony Johnson. Yorkshire Post.

En toda ultra hay que cuidarse todo el tiempo, comer cada hora, controlar el sueño… Pero nada es facil en esta carrera, imaginate sacar un gel o una barrita cuando llevas dos pares de guantes y el viento te tira. Hay muy pocos sitios donde resguardarse de la lluvia o la nieve para dormir o descansar unos minutos. Y tienes que mirar constantemente tu GPS para no perder el camino.

Un club local de corredores organiza cada año una tienda con sillas de camping y decidí dormir ahí 5 minutos. Alice quiere continuar así que nos separamos, y en las próximas dos horas tenemos una increíble tormenta de nieve. El viento empuja la nieve en mi cara y apenas veo donde voy. La situación es tan extrema que por unos minutos incluso considero mi cordura y me pregunto que estoy haciendo aquí. Pero poco a poco el tiempo mejora y se hace de día.

La primera sección de Yorkshire Dales no es tan técnica y nos da a todos un respiro. Hay un CP en Malham tarn donde puedes descansar 30 minutos y ahí duermo otros 5 minutos sentado en una silla. El último obstáculo es para mi la parte más bella de la ruta, con dos colinas que pasar, Fountains fell and Pen-y-ghent que están espléndidos con una fina capa de nieve.

Los últimos 20km se hacen largos, la Cam Road es una calzada romana expuesta a los elementos. Una continua linea recta que se hace muy monótona cuando tienes 100 millas en las piernas y no puedes correr. Pero la última bajada es preciosa, corriendo en senderos cubiertos de nieve hasta llegar al pueblo de Hawes.

Acábe en 38h y 19 minutos en 13a posición. Un tiempo modesto comparado con las 26h 25min del ganador Rory Harris. La primera mujer fue Sarah Hodgson y Alice Kershaw que compartió muchos kilometros conmigo se llevó la segunda plaza. La modalidad Spine challenger MRT abierta sólo a miembros del equipo de rescate en montaña que fue ganada por Mike Bottomley y Steph Dwyer.

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