Un medio global especializado en Trail Running

La Saintélyon más abierta

La decana de las ultras en Francia, su gran dama invernal, se disputa este fin de semana sin favoritos claros.

0

La Saintélyon llega este fin de semana a su 67 edición, 68 si contamos con la prueba virtual que se celebró en 2020, siendo el primer año en el que Asics une su nombre a la prueba. Desde 1951 sólo el aciago 2020 hizo que faltara a su cita, labrándose un prestigio que la ha convertido en una prueba que es casi religión en el país vecino. Lyon, Saint Etienne y toda la región Rhône Alpes viven ese fin de semana de diciembre la carrera como si fuera propia. Sin ser excesivamente técnica ni contar con importantes desniveles, las dificultades meteorológicas de finales de noviembre en la zona y la habitual presencia de nieve, hielo, lluvia, barro o todos esos ingredientes juntos, hacen de la Saintélyon un ultratrail épico y mágico. Un año más, la Asics SaintéLyon confirmará su estatus de evento muy popular, una cita de culto de fin de temporada, y continuará ejerciendo un poder de atracción particular para la élite y para el popular, si bien un año la internacionalización del evento será la asignatura pendiente.

La edición de este año llega con importantes bajas en cuanto a la participación élite. Cédric Fleureton y Baptiste Chassagne, 1º y 4º en la última edición de 2019 no podrán tomar la salida, al igual que Emmanuel Meyssat, dos veces ganador en Lyon.  Es el turno de Thomas Cardin, Campeón de Francia Trail short 2019 y Benoit Cori, tercero en la última Templiers. Benjamin Polin, vencedor del Ecotrail de Paris, el alemán Benedikt Hoffmann, ganador del Swiss Alp Marathon o el italiano Davide Cheraz serán el resto de los nombres a tener en cuenta en la carrera masculina.

Respecto a la prueba femenina, ausenta por su lesión en Réunion Silvayne Cussot, tres serán los nombres a seguir. Sarah Vieuille es la favorita con casi 40 victorias en carrerasl en su haber,  Sandrine Flechet, segunda en la  SaintéLyon 2019 e Isabelle Dragon, reciente ganadora del Endurance Trail en el festival Templairs.

Con unos 80 kilómetros de longitud, según las ediciones, y alrededor de 4000 metros de desnivel acumulado, la Saintélyon no es una ultra complicada sobre el papel. Sin embargo las condiciones meteorológicas y la noche la hacen tremendamente exigente. Si a ello le añadimos la épica y la historia, la Saintélyon es una de esas carreras en las que se debe participar al menos una vez en la vida. Porque hoy en día nos parece lo más normal del mundo participar en una carrera de 80 Kms. Que sea nocturna, en las puertas del invierno y con altas probabilidades de nieve y bastante frío no es algo que nos sorprenda tampoco excesivamente. Pero en 1951, cuando  a los clubs ciclistas Etienne y Lyonnais se les ocurrió unir a pie Saint Etienne y Lyon como una forma de mantener la forma en los meses de invierno no se imaginaban que, sesenta y seis años después, 17000 corredores tomarían la salida en una de las pruebas más míticas del mundo: la Saintélyon. Como curiosidad, en aquella primera edición de 1951 no estaba permitido correr, se descalificaba a los que lo hacían. Algo que se mantuvo hasta 1977, con el primer “boom” de lo que entonces llamábamos jogging :).

Sesenta y seis años dan para mucho. Y en una prueba con unas condiciones tan duras, la naturaleza juega un papel fundamental. En 1990, espesores de 70 cms hicieron que se tuviera que suspender, llegando a meta sólo 80 participantes que se mantuvieron en carrera. Como si de un imán se tratara, la épica de estas condiciones ha hecho aumentar en los últimos años las inscripciones a un nivel vertiginoso: tres mil en el 2001, cinco mil ochocientos en 2005, diez mil cinco años después hasta llegar a los 17000 de las últimas ediciones.

 

 

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.