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La lluvia fue protagonista en la quinta etapa de la Pyrenees Stage Run

La quinta etapa de la Pyrenees Stage Run ha tenido lugar este jueves entre Arinsal y Tavascan con un recorrido de 40km y 2600m de desnivel positivo, bajo un día de lluvia constante.

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El recorrido arranca al pie del Parque Natural Comunal de los Valles del Comapedrosa hasta el techo de toda la PSR, la portezuela de Baiau (2.756m), donde un descenso de vértigo da la bienvenida a los corredores en la comarca del Pallars Sobirà.

La bajada por el valle de Baiau es una de las más bonitas de la PSR, hasta llegar al punto de inicio de ascensión a la Pica d’Estats, el Puente de la Molinassa. Allí los corredores han seguido hasta Àreu, donde han superado el km vertical del Coll de Tudela y finalmente el largo descenso hasta la pintoresca población de Tavascan.

El equipo femenino que ha quedado primero de la etapa ha sido Mendikoloreak, con un tiempo de 8h y 2min. En segunda posición, La Sportiva-Mountain Medics (8h y 40min); y terceras, The Two (9h y 1min). La clasificación de los equipos mixtos ha quedado así: primeros, Trota Cims (6h y 34min); segundos, TJ Packa Praha Trailpoint (7h y 13min), y terceros, Team Awesome (7h y 19min). Y entre los equipos masculinos, el primero en completar la etapa ha sido Axkoitiarrak (5h y 41min), seguido de Bifree (5h y 50min) y Tuga Active Wear (7h y 7min).

La etapa de mañana es completamente nueva en la PSR, debido al cambio de final de etapa que ha pasado de Espot en Esterri d’Àneu. El cambio permitirá pasar por una zona no muy conocida pero extremadamente espectacular: Lagos de Mascarida y Tres Estanys.

Crónica personal del Equipo Territorio Trail Media, por David Sánchez

Las crónicas de la Pyrenees Stage Run no le hacen justicia. Definitivamente. ¿En qué carrera los corredores que esperan la salida se ponen todos al unísono a saltar y bailar mientras suena una canción? O ¿en cual entran un grupo de equipos agarradas bailando una conga sin importar el puesto? O ¿en mitad de una técnica bajada algunos se ponen a cantar a voz en grito canciones de Mecano? O ¿Te puedes dar un baño en un lago a 2400 metros? O ¿Abrazan a los voluntarios que están esperando en meta con esa sonrisa que lo vale todo?… no penséis… no lo hay.

La quinta etapa era una cruda criba para las piernas de los corredores. 42km por delante con 2700m positivos y 3100m negativos. Una barbaridad. Pero los números empequeñecen cuando sales de un lugar como Arinsal y subes ininterumpidame 1450 metros en 8km hasta la cumbre más alta de la carrera, Portella de Baiau (2756m), atrsvesando el precioso Parque de los valles de Comapedrosa. Una auténtica maravilla para la vista con esas torrenteras formando cascadas, o esos lagos e ibones de altura. Una bajada muy técnica ponía a prueba la pericia o la locura de los corredores. Luego algo más llevadera la bajada llega hasta Areu donde vuelve a cambiar la constante y empieza un kilómetro vertical para subir al Coll de Tudela que ralentiza la marcha en los agotados corredores que llegan exhaustos a la cima del collado para iniciar un sube y baja que les lleve e la meta del pueblo de Tavascan bajo una copiosa lluvia pirenaica que vuelve el camino más difícil, si cabe.

Una vez terminados y en meta los corredores repasan los momentos del día y disfrutan con las batallitas que han ido surgiendo, ampliando el hermanamiento entre ellos.

Es una carrera diferente, es dura, es preciosa, es increíble… es la PSR.

Fotografías: Guillem Casanova

 

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