En el desierto de Omán, los participantes de la prueba de cuatro etapas en autosuficiencia se esforzarán al máximo y asumirán el coste de los kilómetros en el desierto, un lugar donde hay que tener cuidado con el terreno ondulado o el kilometraje aparentemente discreto. Arenas amarillas, rojas… Más húmedas y compactas, más secas y blandas… no todas son iguales, pero todas están en el desierto de Omán y estarán presentes en cada una de las etapas, ofreciendo a los corredores sus peculiaridades. La arena, como la nieve, viene en muchos estados diferentes que desafiarán a los corredores cada día de una manera diferente, permitiéndoles trotar o correr cómodamente un día, y al siguiente dar un paso atrás cada tres, subiendo una pendiente aparentemente interminable de arena hasta la cima de una duna desde la que tendrán que enfrentarse a la siguiente.
Una dura prueba para las piernas pero, sobre todo, para la mente, que también tendrá que ser autosuficiente, con ese grado de dificultad adicional que supone llevar todo lo necesario durante la carrera: comida, repuestos, material para dormir y descanssar… En la carrera, la organización proporcionará únicamente agua cada 10 kilómetros. En ningún lugar como en el desierto aprecias tanto la sustancia que da vida al planeta.
Cuatro etapas: 47, 55, 42 y 21 kilómetros en los que, como siempre, la experiencia da la talla. Nadie conoce mejor el desierto de Omán que sus habitantes, entre los que se encuentran quienes han diseñado una carrera, la Oman Desert Marathon, pensada para ser dura pero no imposible, concebida para afrontar el desierto con posibilidades de victoria sin regalar nada.
El método, al igual que la forma física, será importante: ¿Qué llevar? ¿Cómo distribuirlo? ¿Qué comer cada día? ¿Hasta dónde conservar la fuerza y con qué fuerza empujar? Preguntas que se irán respondiendo día a día hasta la etapa final de 21 kilómetros que llevará a los corredores hasta la meta en el Al Jawhara Resort de Bidiyah. El Paraíso Prometido.
Said Alhajri es el organizador de la prueba. «Lo que distingue a la Oman Desert Marathon de otras carreras en el desierto es principalmente la arena. Las ondas naturales de arena crean un cuadro de divina belleza que teje sus hilos a partir de los rayos del amanecer y atardecer de cada día, para brindar a los participantes, seguidores y aficionados un estado de fascinación tras el desafío de completar las etapas de la carrera. Un deporte que enseña paciencia y superación, un deporte de emoción, un deporte de aventura y fuerza. A medida que los corredores se aventuran en las profundidades del desierto, se encuentran solos con los espejismos que tiene para ofrecer. Para los que no se detienen a mitad de camino, se trata de poner un pie delante del otro, correr hacia el horizonte y seguir las banderas que son la seña de identidad de la carrera que marca el recorrido. El Oman Desert Marathon es una aventura física, emocional y espiritual en el fascinante desierto de Omán”.
Para Rigel Cedeño, Directora de Carrera, “Correr por el desierto es una experiencia única, es un hermoso desafío. Atravesar el desierto no es tarea fácil; ya sea que corras o camines, las distancias se duplican cuando te mueves por la arena. La preparación física es clave, pero también lo es luchar contra tu mente, que a veces trae pensamientos negativos cuando deambulas por el desierto durante un largo período de tiempo. Centrarse en la meta es lo que te mantiene en marcha. ¿Puede una voluntad fuerte o una estrategia de distracción ayudar a su desafío personal? ¿Apoya una causa cercana a su corazón? Por la razón que sea, mantener la concentración te ayudará a cruzar el desierto con determinación”.
La octava edición de la Oman Desert Marathon se disputará del 21 al 24 de enero.