Probablemente, hasta hace poco no habrás oído hablar mucho de Mount to Coast. Quizás más desde que te contamos que es el nuevo sponsor de Manu Vilaseca y uno de sus principales apoyos en su gran objetivo del 2025, la Triple Crown de las 200 millas. Una nueva marca que ha llegado para quedarse y sentarse en la mesa de las grandes marcas del mundo del running y del trailrunning. Por eso, antes de analizar el modelo que nos ocupa, las R1, será mejor presentar en sociedad a la marca que equipa a Megan Eckert, la récord mundial de los 6 días completando 600 millas con un único par de R1, o que esponsoriza la Badwater 135.
Mount to Coast es una marca especializada en producto para corredores de larga distancia, que nace con el objetivo de convertirse en la marca de referencia del ultrarunning primero y del ultratrail después. «No corremos largas distancias para encontrar comodidad, corremos largas distancias para encontrarnos a nosotros mismos» es su declaración de intenciones. Mount to Coast tiene su sede en Hong Kong y sus fundadores antes estuvieron en alguna de las marcas de running más reconocidas.
Por el momento cuenta con tres modelos en el mercado: R1, P1 y S1, las tres enfocadas al ultrarunning, y un modelo específico de ultratrail, las T1, a punto de salir al mercado. Hemos probado las R1 y estas son nuestras sensaciones.
El primer pensamiento que te asalta cuando tienes la Mount to Coast R1 en tus manos es te encuentras ante «la zapatilla». Un modelo que, en cierto modo, llega a intimidar en el buen sentido. Por su blanco inmaculado, por la pureza de las líneas, porque sientes que estás a punto de calzarte algo especial y diferente. Porque casi da pena mancharlas. Nos sobreponemos al disgusto de tener que estrenarlas y salimos a entrenar por primera vez con ellas.
Lo primero que notas con las R1 es que sujeta y recoge el pie a la perfección. Puede que incluso les pueda resultar a alguien estrechas, pero en absoluto incómodas y, todo lo contrario, transmiten seguridad en la zancada. La parte superior de malla y compuesto de poliester hacen de ella un zapatilla muy transpirable. También en la parte superior podemos apreciar una de las grandes innovaciones de estas R1: el doble sistema de cordones. Una primera tradicional, como cualquier zapatilla para atarlas a tu gusto y una segunda, en la parte inferior del empeine con un sistema tipo quicklace y una función muy específica: ajustar la tensión de los cordones al estado de los pies. En un ultra, a mayor número de kilómetros se produce una mayor hinchazón en los pies, y este sistema permite adaptarse a la situación de nuestros pies.
Desde los primeros kilómetrajes notamos mucha estabilidad que, combinada con la ligereza, nos transmite la idea de que es una zapatilla para devorar kilómetros sin parar. La amortiguación, sin llegar a ser excesiva es la necesaria para un elevado kilometraje y, algo a destacar, es la distribución del peso a lo largo de toda la zapatillas. Eso se consigue con el sistema GoFlow, que es un diseño de la mediasuela que hace distribuir la presión uniformemente. Algo que se traduce también en una menor fatiga en las piernas.
El material de la media suela, y el principal responsable de la durabilidad de la zapatilla, es el LightCELL. Se trata de un material exclusivo para la base de la media suela, y que en origen es un compuesto híbrido único de PEBA antes de ser cargado con nitrógeno puro para crear una espuma supercrítica. El resultado es un material 50% más ligero que el EVA, que ofrece un 45% más de retorno de energía y lo mantiene incluso después de cientos de kilómetros.
Con un peso de 247 gramos las Mount to Coast R1 son las zapatillas perfectas para un ultra de muchas horas en el que la velocidad y los ritmos rápidos no sean lo más importante de la ecuación pero sí lo sean las horas de carrera y conseguir mantener el tono físico conforme avancen los kilómetros. Si Megan Eckert completó casi mil kilómetros con un sólo par, las R1 son las adecuadas para cualquier objetivo.