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Exito en el primer reto benéfico «trailrunning contra el cáncer»

La ruta elegida para esta primera edición fue unir Rueda de Jalón y el emblemático pico del Moncayo, con una distancia de 68 kms y un desnivel positivo de 2813 metros

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El pasado sábado se celebró en la localidad Zaragozana de Rueda de Jalón la X Gala benéfica contra el cáncer, y como parte de su programa, tuvo lugar el 1er Reto benéfico “Trailrunning contra el cáncer”. La ruta elegida para esta primera edición fue unir Rueda de Jalón y el emblemático pico del Moncayo, con una distancia de 68 kms y un desnivel positivo de 2813 metros

Miguel Catalán y Jorge Maella salieron a las 8 de la mañana acompañados por varios corredores del Running Rueda y una bicicleta de apoyo que les acompañarían en los primeros kilómetros. Tras poco mas de tres horas y 27 kms, llegaban al primer avituallamiento en la localidad de Tabuenca. Un par de horas mas tarde y con la distancia maratón cumplida y 1000 metros positivos en las piernas hacían una parada técnica en Talamantes, para afrontar los últimos 25 kms de carrera y 1800 metros positivos que restaban hasta la cima. Cambio de zapatillas, carga de ropa de membrana y crampones ligeros que a la postre resultarían esenciales unas horas más tarde.

Después de remontar el barranco de Valdetreviño y bordear las Peñas de Herrera, en el collado de las Estacas hizo aparición la nieve blanda en el camino, hundiendo sus pasos y ralentizando enormemente la progresión. Los espesores fueron aumentando con la altura.  Ya caída la noche y tras una parada de recuperación en el refugio de la Majada Baja, vestir toda la ropa técnica y calzar crampones de trail, comienzan la corta pero exigente subida al Pico Lobera por el barranco de Valdealonso (1,5kms 400D+) encontrando espesores de más de un metro de nieve blanda hundiéndose hasta la cintura.

Una vez coronado Lobera y ya a 2200m,  una fuerte ventisca que les acompañaría en los poco más de 3 kms que restaban a la meta. Hicieron cima a las once de la noche con  -8ºC y vientos de 35km/h que resultaron en una sensación térmica inferior a -15ºC.  Imposible distinguir la estatua de la virgen del Pilar del vértice geodésico, ambas construcciones eran enormes bloques de hielo y nieve.

Sin duda ha sido una experiencia increíble por su dureza en general y por conseguir el objetivo de hacer cima pese a las adversidades encontradas.

 

 

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