Raidlight Revolutiv. L´enfant terrible

En este artículo os mostramos la RaidLight Revolutiv, una zapatilla que forma parte de una  gama en sí misma (textil, mochilas y zapatillas y polainas), dentro del catálogo de  RaidLight. Un modelo con ADN alpino, pensado para terreno técnico,  y corta-media distancia.

Desde el centro de desarrollo de calzado del Grupo Rossignol, en Montevelluna (Italia) nos llega la colección footwear de RaidLight,  llevada a cabo por un equipo específicamente contratado para ello, pero bajo las directrices pautadas desde el macizo de Chartreuse en Francia, sede de RaidLight.

La marca de la cuádruple flecha azul,  siempre ha estado muy bien  considerada en lo que a mochilas se refiere, incluso en textil, hasta el punto de encontrar en su catálogo todo lo necesario para carreras por etapas y  desérticas, donde era -y es- referente, pero en calzado, nunca llegó a enamorar al corredor, creo que era el apartado que mayor reforma precisaba. Una renovación de fondo y formas. Era capital encontrar la fórmula para fabricar un producto, que pudiese competir «de tu a tu» con la oferta actual, cada vez más específica y diversificada. Para ello, se requería de un equipo determinado, para adoptar métodos inéditos y explorar nuevas tecnologías. El grupo Rossignol, ahora  propietario de  RaidLight, cuenta con los medios técnicos y económicos para este ambicioso proyecto. Fruto de esa pretensión, nace uno de los modelos que os presento desde El Laboratorio de Juan.

En este artículo os muestro la RaidLight Revolutiv, una zapatilla que forma parte de una  gama en sí misma (textil, mochilas y zapatillas y polainas), dentro del catálogo de  RaidLight. Un modelo con ADN alpino, pensado para terreno técnico,  y corta-media distancia.

Texto y fotografías: Juan González – El Laboratorio de Juan

SUELA. La asignatura pendiente.

Sin duda aquí es donde RaidLight debía pasar la prueba de fuego, y hacer que prestásemos atención a la zapatilla una vez probada, o descartarla definitivamente.

Nos encontramos con una suela Sensor (denominación/concepto de la marca) de agresivo diseño con tacos de 6 milímetros. Este taqueado se muestra diferenciado en la parte delantera por el diseño en sentido de la marcha, e invertido en el talón, pero siempre con la misma estructura. Me explico; los tacos de los extremos tienen una base más que generosa, aunque estan subdivididos  mediante una ranura que llega a mitad de taco, donde podemos ver que la zona exterior es algo más alta, y la interna más baja. Con la primera toma de contacto visual, la cosa ya me está gustando…..

Este patrón se repite en todo el taqueado petrimetral. Esos tacos exteriores quedan a la misma altura que las dos filas centrales, esta variación en la altura tiene un práctico efecto:  por irregular que sea el terreno, obtenemos una tracción  y contacto constante, insisto, sea terreno compacto de tierra,  roca, o descompuesto de tierra o piedra suelta.

La suela tiene una dureza similar a la Salomon Sense 7 SG con 75 grados, pero obviamente, con una fórmula de compuestos totalmente diferente. En cualquier caso, y aunque con respecto a anteriores modelos, la adherencia en roca húmeda se ha visto aumentada de forma significativa, todavía existe margen de mejora. Cabe decir, que este aspecto era la principal deficiencia en anteriores modelos de la marca, como la UltraMax Evo.

Me ha gustado mucho la manera en que la marca le ha dado rigidez  a los tacos, es decir: aunque tiene buen mordiente (por su prominencia), y correcta adaptabilidad (por su composición), el taco no tiene flaneo (deformación excesiva), podemos forzar la zapatilla en apoyos imposibles, y el taco no nos traicionará. ¿Por que? Formando parte del taco, encontramos unas vigas en sentido opuesto de la marcha, para que durante el proceso de impulso el taco no flexe hacia delante, y podamos aprovechar todas sus cualidades. En la parte trasera sucede lo  mismo, estas vigas sujetarán el taco, para que durante la retención, no se desplace hacia atrás. Ahí reside su precisión. Buena jugada del equipo de diseño.

La anchura de la suela como corresponde al perfil para el que se ha diseñado la zapatilla, es tirando a estrecho, con 108 milímetros en metatarsos y 81 en talón,  es decir, más ancha que una Sense Pro 3 o una Scott Supertrac RC y también -curiosamente- más ancha que una Salomon Ultra Pro, que sabida es, su clasificación  para larga distancia.

MEDIASUELA. Aplicando la tecnología y saber hacer de Rossignol en el ámbito del ski.

En la mediasuela encontramos  cosas realmente interesantes. Esencialmente el sistema Sensor3 desarrollado para gran parte de la nueva colección de calzado.

El Sensor3 consta de una mediasuela con insercciones en la zona talonar, para otorgar confort, y en el tercio delantero, para obtener una buena amortiguación, a la vez que protección, aunque NO  es un rockplate al uso.

Como componente del Sensor3 también tenemos la plantilla,  de 5 milímetros de grosor y varias densidades distribuidas en 3 zonas estratégicas, para ofrecernos un plus de amortiguación, y comodidad.

Los perfiles de la mediasuela son de 17 milímetros  en metatarsos y 23 en talón, dando como resultado un drop de 6 milímetros, que es el que domina de forma mayoritaria, la gama de calzado RaidLight.

UPPER. Y aquí llego la Revolución.

Si en algún punto la Revolutiv atrae  miradas, es sin duda en la cubierta. Y es que la estética de la que hace gala, nos guste o no, llama la atención; el botín negro de neopreno, el azul corporativo de la marca, y esas  estrellitas «cuquis» reflectantes…… El primer vistazo desconcierta un poco, y no hacemos más que darle vueltas a la zapatilla sin saber exactamente que estamos mirando.

Está confeccionado en una base de resistente Rip Stop, recubierto con TPU desde los dos últimos ojales de la cordonera, en toda la zona trasera y en costrucción asimétrica, es decir, la unión en lugar de estar en la parte trasera como es habitual, se encuentra en la zona lateral-interna, cosida con una contundente costura doble.

El acabado interior en microfibra (entre la capa externa y el botín) está muy bien acabado, con un detalle que me ha encantado; y es que es ésa microfibra, sobre la que están las costuras que sujetan  los pasadores para los cordones, de modo que desde fuera, no se ven cosidos, dando un resultado visual totalmente limpio.

La zona baja o flancos,  está muy protegida, especialmente la interna, con un faldón más que contundente.  La puntera no se prolonga especialmente hacia atrás, pero considero que está bastante bien  protejida, esencialmente el uñero de forma más que generosa.

Realmente estas protecciones termoencoladas, resultan atractivas, en ese tono negro satinado. Sin duda en la estantería de la tienda, y al sacar el producto de la caja,  vista y  tacto  juegan un papel esencial, los diseñadores lo saben, y los de márketing todavía mas. Pero ese aspecto impoluto, nace con las horas contadas, pues con dos salidas por el monte, pierden ese aspecto inmaculado. Buscando el lado pragmático, prefiero esas punteras un tanto rugosas, pues me parecen más duraderas, y tardan más en perder su lustre, dándole a la zapatilla una mejor vejez.

En la parte trasera vemos en TWS (Tendon Wrapping System) que es toda la zona talonar tan estructurada, y con la que obtenemos buena sujeción.

La cordonera monta una lazada rápida (SpeedLace Lock), aunque curiosamente, dispone de ojal adicional,  por si queremos sustituir ese sistema rápido,  por  el cordón tradicional, y obtener todavía un mayor ajuste con ese último ojal adicional. De hecho la marca incluye dentro de la caja un juego de cordones en negro por si preferimos el sistema de siempre.

En la zona media-baja de la cordonera encontramos un tirador elástico con la misión de  recoger el resto de lazada (ya visto en las Adidas Trailmaker y Brooks Caldera 3), aunque es un sistema que no me acaba de convencer, no me parece del todo práctico, y desentona con el resto de la zapatilla, pues me resulta un tanto anacrónico, ya lo montaban en su día las Hoka Rapa Nui (corría el año 2015).

He de decir, que el cordón me parece excesivamente largo, y con el sobrante, hemos de dar repetidas vueltas a la goma de sujeción a la que hacía referencia más arriba, ya que de no ser así, el cordón irá moviéndose hasta desesperarnos. A costa de ser poco original, optaría por montar un bolsillo en la parte superior del collarín, quizá técnicamente resulte un tanto complejo, pues cabe recordar que no tenemos lengüeta al uso, pero sistemas y posiblidades para llevarlo a cabo, habría más de una.

Otro elemento totalmente diferenciador con el resto de la gama, es el botín interior completo de neopreno, que nos abraza el pie de forma agradable. No es grueso, por lo que la presión que ejerce es poca, priorizando la comodidad más que la sujeción en sí misma. En la zona de calcáneo tenemos un refuerzo interno, entre el botín, y la capa exterior (Anatomic Heel Support), y con el que obtenemos mayor estructura, que se traduce así mismo en sujeción, no en bloqueo. Interesante.

El fit de esta zapatilla es ajustado, y se situaría en medio de la RaidLight Responsiv XP y la Responsiv Ultra.

Hacer una zapatilla que nos haga visibles con poca luz, veo que ha sido un punto muy considerado, pues hay profusión de reflectantes en todo el contorno de la zapatilla, lo más llamativo, las estrellitas en el tercio trasero.

CONCLUSIONES

Con un peso de 290 gramos en 10 USA, rebaja el valor frente a una Bushido 2 (327 gr.), y supera por poco a la  Scott Supertrack RC (278 gr.), Salomon Sense Pro3 (270 gr.), y Altra Superior 4.0 (257 gr.).

Es sin duda una zapatilla rápida y nos invita a coger ritmos alegres, realmente en el pie esos gramos parecen menos, y sentimos ganas de acelerar.

El tacto del conjunto Sensor3 en magnífico, y aunque la marca  catalogue la Revolutiv como zapatilla para corta y media distancia, yo la he estirado por encima de las 5 horas. Eso si, la ausencia de collarín, hace que pasadas las 4 horas y media de uso, empiece a clavarse el recubrimiento de Rip Stop por debajo del maleolo, detalle que se solucionaría con un pequeño acolchado interior del mismo modo que vemos en la Brooks Levitate 2, o bien marcando un poco más la curvatura a la altura del maleolo. Una lástima, ya que si no fuese por ese roce, no dudaría en usarla en carreras o salidas de incluso 8 horas, o más, ya que  no encuentro a faltar un déficit de amortiguación.

Si en algún punto la zapatilla penaliza, es en transpiración, algo que en parte, resulta obvio. Tenemos una contundente capa exterior, que incluso se recubre de TPU en ciertas partes, y un botín en neopreno, que por fino que sea, no deja de sumar 2´5 capas de tejido. Aunque me parece normal, pues viendo el uso o destino para el que se ha diseñado la zapatilla, y donde se ha testado y probado, hayan priorizado la protección, en detrimento de una mayor ventilación. Y es que en ocasiones, no se puede tener todo.

El comportamiento es excelente, y si me gustó su capacidad de tracción en variedad de terrenos, todavía me fascinó más su poder de retención en bajadas, donde podemos reducir la velocidad con total seguridad, y sin sobresaltos. Incluso en zonas donde tengamos que caminar cuesta abajo  si nuestra técnica no nos permite trotar, y por seguridad decidamos asegurar los pasos caminando, notaremos que la zapatilla muerde el terreno con eficacia y de forma contundente.

El posicionamiento en el mercado en cuanto a precio, se sitúa en los 149´95 euros.

Con la nueva colección de calzado, creo que RaidLight está en disposición de plantar batalla a marcas consagradas en este ámbito, pues ahora tiene un catálogo presto a cubrir las necesidades de cualquier tipo de corredor, y sus preferencias tanto en distancias, como en terreno.

De cara a la segunda mitad de 2019, estará disponible la Revolutiv Protect, con una generosa polaina integrada, y un diseño más transgresor -si cabe-,  con el fin de llegar a un público más amplio.

Video:

 

 

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