Burning Man Ultramarathon. Polvo, alcohol, sexo, drogas, rock and roll y trailrunning.

No vayas al Burning Man con idea de hacer marca, porque probablemente en mitad de los cincuenta kilómetros quedes atrapado en algún grupo de gente bailando, bebiendo o haciendo cualquier otra cosa.

Al escribir en Google Maps «Black Rock City» la búsqueda lleva a una remota zona del desierto de Nevada a unos doscientos kilómetros de Reno (donde se suele volar cuando se tiene por destino participar en WS100). Pero si lo que buscas es información sobre el ayuntamiento, juzgados, incluso hoteles u otro tipo de servicios no encontrarás nada. Porque Black Rock es una ciudad que sólo existe durante una semana al año, los siete días que dura el Burning Man Festival.

Creado en 1986 y celebrado en la primera semana de septiembre coincidiendo su final con la tradicional Fiesta del Trabajo en EEUU, sus organizadores dicen que es » experimento comunal de autoexpresión y autosuficiencia radical, en donde no hay actividad comercial alguna. Todo esto acompañado de arte e inundado de energía colectiva.» O también, quizás más parecido a la realidad, un festival donde los participantes pueden «vestir como quieran o sin nada», tomar todas las drogas que quieran «pero siendo discretos» y ser parte de una gran familia que desprende alegría, paz y confraternización.

 

¿Qué tiene que ver todo esto con el trail? Que durante la semana del festival se organiza una ultra de 50 Kms, la Burning Man Ultramarathon. Y, como todo lo que rodea al festival, es una carrera muy especial en la que en su reglamento especifica que puedes correr con la ropa que quieras. Tutús, medias, ropa interior, disfraces… o directamente desnudo. También hay que tener en cuenta que durante los 50 Kms puedes ser perseguido por gente en elevado estado etílico, ser animado por público puesto hasta las cejas o parar en avituallamientos en los que, además de geles y lo típico de una carrera, puedas elegir entre cerveza, cócteles o botellas de whisky con las que rellenar tu bidón.

Eso sí, no vayas al Burning Man con idea de hacer marca, porque probablemente en mitad de los cincuenta kilómetros quedes atrapado en algún grupo de gente bailando, bebiendo o haciendo cualquier otra cosa. Por cierto, la inscripción es gratuita.

 

 

Burning Man Ultramarathon
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