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Courtney Dauwalter. Cuando la victoria de una mujer deja de ser algo excepcional

La victoria de Courtney Dauwalter en la edición estadounidense de la Big Dog's Backyard Ultra, tras completar 283 millas, no es más que otro resultado que añadir a su lista de victorias "scratch"

Pic: Keith Dunn
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Lo ha vuelto a hacer. Courtney Dauwalter ha vuelto a vencer en una carrera. A vencer en el más amplio sentido de la palabra, en la clasificación general, la scratch, la que agrupa a todos los participantes, mujeres y hombres. Completó 68 yards en la Big Dog’s Backyard Ultra estadounidense, sumando un total de 283 millas. Para ganar, como mandan las normas de la prueba, tuvo que ser el último corredor en pie.

Pero que Courtney Dauwalter sea la vencedora absoluta de una carrera ya hace mucho que ha dejado de ser noticia. Una de las primeras veces que escuchamos hablar de Courtney Dauwalter fue en octubre del 2017, cuando su nombre saltó a los medios como ganadora de la Moab 240, la prueba de casi 385 kilómetros que se disputa en Utah (USA). «Ganadora» en el más amplio significado de la palabra, en el de la clasificación scratch absoluta metiendo nada menos que diez horas de diferencia al segundo clasificado.

Y aunque no es un caso aislado, en su día Nuria Picas ya logró la victoria en Emmona y la mítica Ann Trason fue segunda en Western States 100 en dos ocasiones, hablando de Courtney Dauwalter deja de ser algo excepcional.

Ver a Dauwalter en el top10 de las clasificaciones es habitual. En el primer puesto, no tan extraño. La Bear Chase 50 en septiembre del 2017, las 24 horas de Riverbank en Californ1a en febrero de 2017 o la Javelina Hundred del 2016, la Mueller Marathon del 2019 en Colorado o la Behind The Rocks Ultra, también el año pasado, son algunas de las pruebas en las que ha vencido en la clasificación general. Excepcionales resultados entre los que también destaca la segunda posición de la general en la Tahoe 200 de 2018, luchando por la victoria final hasta las diez últimas millas y liderando la prueba durante una buena parte de ella.

Pic: Keith Dunn

¿Realmente es tan complicado que una mujer pueda vencer en una competición de larga (muy larga) distancia? Si nos atenemos a los resultados, obviamente la respuesta es que sí. Si miramos un poco más allá, no debería ser tan extraño. El suyo es un ejemplo de que, cuanto más se alarga la distancia de una ultra, más disminuyen las diferencias entre hombres y mujeres. La respuesta se encuentra tanto a nivel físico como sicológico. Las diferencias físicas entre hombres y mujeres hacen que el cuerpo de ellas tenga una composición más favorable a la larga distancia. Factores como el peso (normalmente menor que el de ellos) hacen que la energía necesaria para mover el cuerpo sea mejor al igual que el porcentaje de grasa, que es más elevado en las mujeres y que permite que puedan tirar más de reservas en los momentos en los que el cuerpo está ya muy tocado. Hablando de mentalidad, las mujeres también tienden a ser más fuertes, lo que siempre es un plus en una competición muy larga.

Por el momento, que una mujer venza en una ultra sigue siendo algo excepcional… salvo en el caso de Courtney Dauwalter.

 

 

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