La incursión de Angels Llobera en la montaña fue por tradición familiar. Sus padres solían llevarla de excursión. «Pero nada de correr», recuerda en una entrevista.
«Eso vino después. Al ser profesora de Educación Física tenía una buena condición, pero no salía nunca a correr. Fueron unos alumnos los que me animaron a ir a una carrera con ellos y gané. Ese resultado hizo que me plantease competir en la Copa Balear y también gané. ¡La gente se sorprendió porque no sabían de dónde salía yo! Reconozco que yo también estaba sorprendida», cuenta la campeona de Eurafrica Trail 2017.
El podio en el Campeonato de España de Kilómetro Vertical FEDME y en la Ultra Pirineu 2014 confirmaron la entrada de Angels Llobera en la élite de las carreras de montaña, donde se mantiene con notables resultados. Entre los más destacados, su victoria en el Gran Trail Aneto-Posets de 2017, rebajando en dos horas el récord de la prueba.
¿Su secreto? La capacidad para conciliar su vida familiar, laboral y deportiva.
«Siempre digo que es cuestión de preferencias. El tiempo para entrenar lo sacas si quieres. En mi caso, que soy madre soltera, tengo que sacar más tiempo incluso para estar con mi hija. Para entrenar, me he quitado las horas de estar sentada en un sillón o la hora de la siesta. Se puede cuadrar todo, llevando quizás un ritmo de bólido», bromea.
En su día a día reconoce, no obstante, que son muchos los puzzles que tiene que encajar.
«Trabajo como profesora de Educación Física (en el IES Guillem Cifre, de Pollença) y cuando salgo me voy a entrenar directamente. No tengo tiempo ni para comer en casa sentada en una mesa. La niña está en actividades o la abuela se encarga de ella mientras yo estoy entrenando. Cuando haces algo que te gusta sacas tiempo de donde sea», declara.
Su apuesta pasa por hacer entrenamientos de calidad. Eso incluye salidas por la montaña, pero también trabajo de compensación en la bicicleta o en la elíptica y series en la pista de atletismo. «Busco calidad y no cantidad porque la base ya la tengo y trato de planificar las competiciones al milímetro respetando los tiempos de recuperación para llegar a final de temporada sin lesiones», explica.
La prestigiosa Lesotho Ultra Trail figura esta vez en la parte final de su calendario. África vuelve a aparecer, por tanto, en el horizonte de Angels Llobera. En 2017 ya viajó al continente africano para cerrar su victoriosa participación en Eurafrica Trail. De la experiencia intercontinental guarda «la convivencia en el campamento» y la espectacularidad de Chefchaouen.
«Y, aunque mi filosofía es no repetir nunca carreras, me encantaría volver para conocer la nueva etapa en Marruecos», afirma.
En España y en el extranjero, Angels Llobera mantendrá la lucha por la «igualdad entre hombres y mujeres en el trail running». «Que algunas carreras hagan distinciones en los premios de hombres y mujeres lo encuentro muy feo», subraya.
Porque, además, las carreras de ultra distancia en montaña suelen equilibrar las fuerzas. «Todo el mundo dice que en las ultras no hay tanta diferencia entre un hombre y una mujer, quizás porque cuando las condiciones se complican se ve que las mujeres de cabeza tiramos más, no lo sé», analiza.
A ella ese esfuerzo que se prorroga durante horas y horas le permite conocerse mejor y crecer.
«Disfruto cuando me voy poniendo metas, cuando voy superando obstáculos y descubro hasta dónde llega mi cabeza. El querer llegar a más es lo que me ha enganchado. No creía que llegaría a ser capaz de estar 20 horas en una carrera, con el frontal toda la noche. Cada carrera es como un reto de superación personal porque te obliga a cambiar el chip cuando te duele algo. A mí la montaña me hace crecer a nivel personal. Antes era más introvertida y dudaba más de mí misma, de cualquier decisión. Ahora confío más en mí y sé que cuando me marco un objetivo soy capaz de conseguirlo», celebra.